“Me ha sentado mal la comida” ¡Preguntaros cuántas veces habéis dicho esta frase!
Y vuestra siguiente pregunta es qué habéis ingerido para que os haya sentado tan mal la comida.
Yo os aconsejo que os preguntéis: ¿con quién he comido y de qué he hablado? Porque el tubo digestivo es el sistema más psicosomático del cuerpo humano.
Alexander definía la lógica de las emociones diciendo que el sujeto entero estaba al servicio de ésta, y le reconocía tres grandes deseos: 1) Necesidad de incorporar, 2) Necesidad de retener, 3) Necesidad de eliminar. Justo lo que hace el proceso digestivo.
Melanie Kline coincide con él y lo amplía: “Las siete enfermedades sagradas de la psicosomática dicen que el tubo digestivo es ideal para expresar esas tres necesidades”.
El aparato digestivo es un modelo comunicacional abierto. Sólo hay otro parecido: el sistema respiratorio, y también la piel. Son tres modelos que no necesitan mediadores.
Así pues, cuando vayáis a comer con alguien, procurad que la conversación no sea conflictiva y que la persona con la que coméis sea de vuestra conformidad, puesto que de no ser así se “os atragantará la comida (conversación)” o bien “os costará digerir lo hablado” o quizá tengáis un problema a la hora de decidir qué absorbéis del tema, qué retenéis o qué deseáis eliminar…
Finalmente, si el encuentro es inevitable, os recomiendo tomar Nux Vomica 30Ch. ¡10 granulitos a la salida del restaurante!.
