La tos es sin duda uno de los síntomas más molestos y que se suele prolongar en el tiempo, aunque lo normal es que dure un tiempo limitado y que desaparezca cuando se cura la infección vírica que la ha causado. En caso contrario, tendremos que estar atentos porque podría estar vinculada a trastornos de salud más complejos como el asma o a alguna alergia.
Realmente la tos es un mecanismo de defensa que emplea el organismo frente a los virus que se han instalado en el organismo. Si es una tos blanda, conviene dejar que actúe pues es buena para expulsar flemas y expectorar, sin embargo si es seca suele ser irritativa y molesta, por lo que es recomendable aliviarla.
Podemos recurrir a distintos fármacos para calmar la tos, pero como alternativa interesante destaca la homeopatía que presenta medicamentos homeopáticos para tratar todos los tipos de tos y en distintas presentaciones farmacéuticas. Lo que hace esta terapéutica es tratar al paciente de forma individualizada analizando no sólo la enfermedad que pueda presentar en ese momento y sus síntomas, sino también aspectos emocionales, mentales y personales que pueden influir en el desarrollo de su patología.
De este modo, el médico homeópata realiza un diagnóstico más preciso y adaptado a cada paciente. Así, en cuanto al tipo de tos que presente la homeopatía puede ofrecer un tratamiento específico para casos especiales y más genéricos para trastornos comunes como la tos originada a consecuencia de un resfriado o una gripe.
Con el tratamiento homeopático adecuado y una serie de medidas que adoptemos conseguiremos, sin duda, calmar el dolor de garganta.
Debemos, por tanto, evitar ambientes muy cargados donde haya mucho humo y contaminación. El tabaco en estos casos no es nada recomendable, por lo que puede ser un buen motivo para empezar a dejar de fumar.
Si te dan ataques de tos nocturno tendrás que dormir con la cabeza un poco elevada con respecto a la base de la cama, para que puedas descansar bien, porque de lo contrario estarás en un duermevela continuo que te impedirá cumplir con las horas de sueño aconsejadas.
También hemos de saber que cuando tosemos los microorganismos pueden salir disparados a una distancia de al menos dos metros. Es recomendable, por tanto, que cuando tosamos nos cubramos la boca y usemos papeles desechables. Además, es requisito indispensable para evitar contagios lavarse las manos con frecuencia.