La causa más común de una amigdalitis es la bacteria Estreptococo Betahemolitico del Grupo A (EBGA), comúnmente llamada “Streptococcus pyogenes”, pero también:
– Los adenovirus.
– El virus de la influenza.
– El virus Epstein-Barr.
– Los virus parainfluenza.
– Los enterovirus.
– El virus del herpes simplex.
Las amígdalas se vuelven blancas o rojas, hay aparición de pus en placas sobre la superficie amigdalina, fiebre, problemas al tragar o comer (disfagia), dolor a la deglución (odinofagia).
Otros síntomas que suelen acompañar a los anteriores pueden ser: dolor de cabeza, dolor generalizado del cuerpo (de la musculatura) o dolor de estómago.
Tomar líquidos tibios, puede ayudar, pero es aconsejable no tomar jugo de naranja u otras bebidas cítricas ya que los ácidos que llevan pueden irritar aún más la garganta.
Los remedios homeopáticos son muy efectivos en estos casos, en especial cuando sae trata de amigdalitis repetitivas, cuya causa profunda es necesario tratar.
Pero las amigdalitis también nos hablan de situaciones que se nos atragantan, historias que no podemos verbalizar y acaban inflamándonos. Acordaros que inflamación = itis = agresividad contenida.
Aquí será interesante tomar Belladona 30Ch y Mercurius solúbilis 7Ch si hay fiebre, incluso Pyrogenium 5Ch si hay pus, pero tendremos siempre que contemplar cuál ha sido el desencadenante de la patología.