Las infecciones vaginales constituyen uno de los trastornos recurrentes más frecuentes de las mujeres, de hecho así lo aseguran varios estudios, en lo que se corrobora además que 3 de cada 4 mujeres las sufren al menos una vez en la vida.
La más común es la cistitis, una infección urinaria que surge por la inflamación aguda o crónica de la vejiga y que se manifiesta con una sensación de ardor en la pelvis y en el momento de la micción.
Para prevenir estas infecciones es importante adoptar una serie de medidas básicas:
- Mantener una higiene íntima correcta.
- Usar prendas de algodón en la zona y procurar no llevar ropa muy ajustada.
- Durante el verano o si practicamos deportes acuáticos con frecuencia, no es recomendable permanecer con el bañador mucho tiempo mojado.
Es cierto que a pesar de tomar estas medidas algunas mujeres son propensas a padecer infecciones vaginales. De hecho, el verano es una época propicia para el desarrollo de los hongos que suelen desencadenarlas, especialmente por la humedad que hay en el ambiente al hacer más uso de las piscinas.
Los síntomas son muy molestos pues provocan escozor vulvar, dolor al orinar o durante las relaciones sexuales y también la aparición de un mayor flujo vaginal. Por lo que se requiere un tratamiento efectivo desde el primer momento.
Si hay recidivas es cuando este trastorno se puede complicar algo más. Para evitar su aparición y espaciar su repetición la homeopatía resulta una opción interesante y que ofrece buenos resultados. Los medicamentos homeopáticos ayudan a estimular la capacidad de reacción natural del organismo frente a agresiones externas, y en el caso de recidivas de la cistitis constituyen una opción muy eficaz.
Además, la homeopatía tiene la ventaja de no tener efectos secundarios y de ser compatible con otros tratamientos, de modo que se puede combinar con otros medicamentos.
