Hoy quisiera hablaros del famoso TDHA: trastorno con déficit de atención e hiperquinesia.
Últimamente llegan a mi consulta varios niños con este diagnóstico y cuando profundizo en el caso me doy cuenta que los problemas de agitación, déficit de atención, etc. son debidos más al entorno parental y escolar que a un problema cerebral.
Se ha dicho del TDAH que estos niños presentan la cabeza del núcleo caudado derecho del cerebro más grande de lo normal, y el cuerpo de dicho núcleo caudado, más pequeño. Esto hace que generen menos dopamina.
El TDAH es ocasionado por asimetría en el núcleo caudado derecho. Es decir, se trataría de un desequilibrio de dos neurotransmisores, la dopamina y la noradrenalina que afecta a las áreas cerebrales responsables del autocontrol y la inhibición del comportamiento inadecuado.
Son niños diagnosticados con este síndrome por presentar gran actividad continuada; disminución de la atención; fácil distracción, lo que acarrea problemas escolares; repetición de las acciones; impulsividad; tendencia a la manipulación de las cosas e irritabilidad explosiva.
Pero, desde el punto de vista homeopático, nos basamos más allá dándole máxima importancia al entorno de este niño y todos los trastornos psico-emocionales que éste provoca en él.
También suelo tener en cuenta si ha estado en contacto cercano con la muerte de un familiar.
Mi experiencia me dice que en la hiperactividad siempre hay un problema con la muerte y el individuo se agita para sentirse vivo. Tiene un ritmo muy acelerado debido a la angustia a la muerte.
Así mismo, he constatado que muchos de estos niños sufren de verminosis, lombrices.
Estas provocan en el niño hiperexcitabilidad, sueños agitados, tics, déficit de atención, nerviosismo. Incluso estrabismo, tartamudez, problemas digestivos, de piel, etc.
Si conocéis a un niño diagnosticado con estos síntomas intentad comprobar lo que os digo, machacando un ajo en agua tibia y haciendo una lavativa en luna llena y luna nueva. Si salen lombrices, os aconsejo que haga un tratamiento homeopático para erradicarlos.
Os añado el dato sorprendente que nos dio hace tiempo el periódico alemán “Der Spiegel” en un artículo sobre el descubridor del TDAH, el psiquiatra Leon Eisenberg, el cual afirmaba, unos meses antes de morir, que el TDAH era un ejemplo de enfermedad ficticia.
